martes, 18 de septiembre de 2012

Magia o brujería. Un poco de historia.


La madre Tierra y lo Oculto dieron vida a Sauce, un ser mágico, lleno de poderes inimaginables. Su padre era el todo poderoso, su madre la fuente de vida y representación maternal de todo el universo. En el pasado su padre fue destronado como el todo poderoso del universo y por esto su destino fue desaparecer, su madre fue condenada a ser solo un planeta donde habitaran los humanos y su ingratitud, y Sauce, sin el apoyo de sus  padres, pierde sus poderes quedándole solo su inmortalidad.
Sauce quiere recuperar sus poderes. Estando solo en el mundo, y después de muchos intentos sin resultados esperados, se da cuenta que la respuesta a sus peticiones está en la humanidad misma, por lo que se mezcla entre los hombres para vivir como ellos, obtener diversos conocimientos y aprender aquello que posteriormente le devolvería sus dones, la magia.
Sauce se ha camuflado a través de los años entre distintas profesiones y ha recorrido diversas regiones del mundo, en esta época encarna a un docente universitario de historia. Se encuentra con dos jóvenes estudiantes de comunicación audiovisual que realizan una investigación sobre la brujería, que le han buscado por sus dominios sobre muchos temas. Sauce siente una gran empatía por los dos estudiantes, por lo que decide revelarles su secreto más preciado. En un principio los chicos estaban incrédulos, sin embargo escuchan atentos lo que él tiene para decirles; la historia de su vida tiene respuestas a la investigación que ellos hacen. Atentos, Sauce les comienza a contar:
Cuando los hombres comienzan a poblar la Tierra, y concientes de las virtudes que ésta misma les ofrecía, comenzaron a rendirle tributo. Con el tiempo se dieron cuenta que había algo más misterioso que habitaba en ella y comienzan a buscar. Éramos como niños explorando todo, cada cosa que nos brindaba la naturaleza nos producía más curiosidad por aprenderla; algunos hombres lograron dominar  el manejo de elementos, otros desarrollaron rituales para la veneración de mi madre, todos hacíamos parte de la magia, aunque no lo supiéramos. Pero no tardamos en darnos cuenta de eso. Con el paso del tiempo, en la Antigüedad, las prácticas mágicas y los rituales fueron tomando fuerza y reconocimiento por parte de los pueblos, los hombres teníamos el dominio sobre el tema, aunque algunas mujeres también lo hacían, pero no con la misma frecuencia. Las personas acudían a nosotros pidiendo prosperidad en sus cosechas, alejar a los males y atraer la suerte. Recuerdo que éramos respetados, un pilar importante en la comunidad, pues estábamos para el beneficio de ésta. Aunque en esta época las mujeres que se atrevieran a practicar la magia eran acusadas de hacer maleficios y tener intenciones dañinas, las relacionaban con la maldad. Tal vez han oído hablar de Circe, diosa y hechicera que con sus pócimas convertía a las personas en animales, o de Hécate, diosa de la tierra y relacionada con la brujería.
Con la aparición del cristianismo surge el término de brujería como tal, designando a toda práctica mágica que estuviera por fuera (o en contra) de la religión. Todos quienes adoraran otros dioses eran considerados paganos o herejes. La Iglesia se impuso sobre la sociedad, dictando qué era aceptado y qué rechazado; nos sorprendió el poder y la influencia que obtuvo sobre algunos de nosotros. Aunque muchos otros no aceptamos sus doctrinas, por lo que fuimos perseguidos. Era de esperarse que la mujer fuera quien más sufriera de acusaciones de brujería, pues en esta época la mujer seguía siendo signo de maldad e impureza. La Inquisición fue una institución conformada en muchas partes del mundo, precisamente para perseguirnos a los herejes...
La voz de Sauce se quiebra y él hace una pausa, derrama un par de lágrimas. Los jóvenes le preguntan qué pasa y él, con mucha tristeza, les cuenta:
Por esa época conocí a una mujer hermosa y sensible, a quien le enseñé todo lo que sabía de magia. Ella aprendió muy rápido, era muy buena en lo que hacía, casi superándome, muy inteligente y curiosa; pero el poder católico no soportaba ser cuestionado, y la persiguieron, la acusaron de hechicerías, la declararon bruja y la quemaron en la hoguera… es algo que me duele mucho recordar. Esa persecución continuó por varios siglos, y acabó con la vida de miles de personas.
El mundo se estaba transformando, y un nuevo concepto de bruja se desarrolló, no lejos de anteriores connotaciones, se le sumó la relación con demonios y las reuniones nocturnas para adorarlos, o aquelarres. Se les atribuyó facultades sobrenaturales de volar y convertirse en otros seres con ayuda de ungüentos, hierbas y pócimas. Tal vez los hombres estábamos menos implicados, pero fueron las mujeres quienes más sufrieron de ser acusadas de convertirse en brujas, pues por el carácter misógino de la sociedad se consideraba a la mujer débil, inclinada hacia el pecado y más receptiva a la influencia del demonio. No solo la mujer, sino también la clase social baja en general eran vulnerables de las cacerías de brujas.
Las persecuciones de la Iglesia fueron disminuyendo, y ya para el siglo XIX la magia se relacionó con las pseudociencias, considerándose magia alta a la astrología y la numerología, mientras que la magia practicada desde la naturaleza y la Tierra (la que nos devuelve a nuestro origen) no se le daba mucha importancia. Esta vez son los avances científicos y la industrialización los que descartan la utilidad de la magia. El ritmo de vida cambió drásticamente, los hombres migraron de los campos a las ciudades para trabajar en enormes fábricas, ya la economía no se basaba solo en la agricultura, la perspectiva de la vida cambió. Un citadino no podría comprender los misterios de la naturaleza como lo comprendía un campesino. Me atrevería a decir que la magia se conservó fue gracias a esos hombres que no se impregnaron de la agitación de la ciudad.
Para el siglo XX la libertad de culto dio pie para que algunas personas se dedicaran a rescatar las antiguas creencias, y se conformara religiones neopaganas. El autor británico Gerald Gardner publicó Witchcraft today, dando popularidad a lo que se conoce como Wicca (nombre derivado del inglés antiguo pronunciado como “buicha”). Así se le conoce tanto a la religión como a sus practicantes. Se extiende principalmente en Europa, llegando a América gracias a autores influenciados por Gardner. Algunos la denominan erróneamente como brujería, pero no se relaciona con adoraciones demoníacas; la Wicca para sus practicantes no tiene lineamientos establecidos, pero sí unas bases, en esencia adoran y rinden culto a la naturaleza y a mi madre, de cierta manera son monoteístas porque consideran a un única diosa, reafirmando la importancia de la figura femenina como el origen de la vida y el ser más completo., pero también hay otros dioses, y los respetan de igual manera.
A pesar de muchos intentos por redefinir la magia, hoy en día sigue confundiéndose deliberadamente como brujería, relacionándole con hechicería y brebajes. La brujería ha tomado con fuerza un aspecto burlón entre aquellos que no creen en la magia, y en aquellos que se aprovechan de los que creen erróneamente para sacar un provecho comercial. Aunque muchos no lo crean, la brujería sí existe, en aquellos que saben para qué sirve la magia, pero que la emplean negativamente. Nos da mala fama a quienes seguimos practicando ritos sagrados en armonía con el mundo, por eso necesito que más personas entiendan las bondades de la magia y que estén dispuestos a explorar su interior y desarrollar esas facultades, que están dormidas, que se les ha asignado a todos y cada uno. Recuerden, muchachos, el poder lo tenemos todos, pero solo vale la pena adquirirlo cuando es usado en beneficio de la vida.
Los dos estudiantes quedaron inquietos, todo lo que Sauce les contó dio pie para que ellos emprendieran la misión de darle una mirada distinta a la brujería en esta época, más bien a la magia. La única vía que ellos consideraron más apropiadas fue la expresión artística, y para eso debieron emprender una nueva búsqueda de quiénes y cómo, en otras épocas, dieron representación a éste tema… A lo largo de este blog nos daremos cuenta de sus resultados.

martes, 3 de julio de 2012

Las dos brujas (Hans Baldung "Grien")



Reinterpretación
 
 
Sobre el artista
Hans Baldung nace en la región de Suabia, Alemania, en 1484/5. Pintor renacentista, ilustrador, grabador y diseñador de vidrieras. Desde sus 15 años fue discípulo de Alberto Durero, quien lo apodaría “Grien” y con quien tendría una relación de confianza y amistad; el mismo Durero le confiaría varios encargos y el mando de uno de sus talleres por un tiempo.
En un principio sus obras se destacaban por tener una temática religiosa, apoyó la reforma Luterana y en alguna ocasión retrató a Lutero. Sin embargo, Baldung sentía una gran obsesión por la brujería, tema que trabajó en muchas de sus obras logrando una maestría en recrear temas y atmósferas extrañas, sombrías y misteriosas. También destaca el estudio del desnudo femenino en sus obras, y en repetidas ocasiones acompañar estas mujeres por figuras esqueléticas y diabólicas, lo que le otorgaría a su obra una estética algo bizarra.
Muere en Estrasburgo (actual Francia) en 1545.
 
 
Sobre la obra

Las dos brujas (1523)  es un óleo sobre tabla, de 65 x 46 cms. Se encuentra en el Museo de Städel (Francfort, Alemania).
El contexto histórico de esta obra data del Renacimiento; unos años antes, en Alemania Martín Lutero inicia la reforma protestante; en Europa se publica el  Malleus Malleficarum (1486), tratado que daría cierto inicio a la cacería de brujas, y en 1509 Baldung se muda a Estrasburgo, época que se cree fue cuando el artista comenzó a interesarse en los temas de brujería.
Se dice que en esta obra Baldung representa a dos hechiceras que están preparándose para ir al Aquelarre, y es ésta una de las razones por la que decidimos re significar esta obra y no otras (Los aquelarres de Goya, por ejemplo). Elegimos esta obra porque nos permite plasmar la propuesta de cómo vemos la brujería y magia: como algo natural e inherente al ser humano, y que es válido hoy en día como una conexión con la naturaleza.
Las dos mujeres desnudas en esta obra representan a las brujas, pero también pueden representar a dos mujeres que se interesan por destacar su feminidad, al mostrar su cuerpo desnudo se puede inferir que son mujeres que no tienen restricciones ni censuras contra lo que son, y esto precisamente es una cualidad que se identifica en la mayoría de las mujeres de hoy. Para nosotros estas dos mujeres están preparándose para algo importante para ellas, un encuentro, una celebración, algo que les permite identificarse como son.